La emoción, el sentimiento, no se describen. No se compran. Si sabemos mirar con ojos nuevos y nos dejamos de tópicos (por otra parte, muy típicos), sabremos mirar, admirar, descubrir la belleza que nos rodea. Paisajes, personas, recuerdos... Mantengamos nuestra inocencia infantil, olvidémonos de prisas, relojes, tiempos, compromisos... Busquemos momentos para nosotr@s, para meditar, para sentir, para emocionarnos. No hace falta ir a ningún museo para admirar obras de arte (que por otra parte, recomiendo como forma de aprender, de viajar, para conocer otras culturas, otros pensamientos, otras Historias), se trata de estar receptivos, de estimular nuestros sentidos, nuestras emociones...
No tenemos más que una vida, y no sabemos su fecha de caducidad... Vivamos, sintamos, olvidemos todo lo conocido y comparado (o comparable), y empecemos de nuevo a VIVIR. Partiendo de cero.
Miremos con ojos nuevos... Dejemos que nuestro niño interior, salga... |
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