Hay quién pasa por la vida buscando víctimas, señalando culpables,
juzgando las ideas y actos de los demás...
Hay quién primero "te ayuda", y luego te pone la zancadilla...
Hay quién busca conocerte, para luego darte "el golpe de gracia".
Hay quién quiere saber de tí, para luego "despojarte" y "vestirse" con lo que ha obtenido de tí.
Qué pena de gente "pobre". Qué pena de gente "sin
valores".
Hay quién primero "te ayuda", y luego te pone la zancadilla...
Hay quién busca conocerte, para luego darte "el golpe de gracia".
Hay quién quiere saber de tí, para luego "despojarte" y "vestirse" con lo que ha obtenido de tí.
Madurar es decir la verdad, aún sabiendo las consecuencias... |
Por esa gente, éste mensaje: quedaros con lo que habéis conseguido
jugando con sentimientos, con ideas, con personas... Afortunadamente, todos no
somos iguales. Por mucho que queráis comparar, en la diferencia está la
riqueza.
Ojalá algún día aprendan algo. Pero creo que sólo buscan "la foto, la fama, el prestigio, el quiero y no puedo". Allá ellos con su conciencia, con sus sueños, con su libertad y libertinaje.
Qué pena que se crucen en otras vidas más puras, más ingenuas, más sanas...
Qué pena dar y enseñar a esa gente otros caminos, otras rutas, otras visiones, otras amistades... Qué pena no saber entender las señales, los gestos, que hablaban de esa gente...
Qué pena no tener una bola de cristal para entender que no toda la gente tiene un corazón limpio.
Qué pena no reconocer miradas sucias, o ausencia de sentimientos...
Qué pena la gente que no sabe hablar bien de nadie más que de sí mismos.
Qué pena la gente que para triunfar, necesitan aplastar, machacar, eliminar a otros...
Qué pena la gente que piensa "o conmigo o contra mí".
Qué pena la gente que niega, niega y niega... cuando le estás demostrando, con pruebas (hechos y palabras), que la verdad es otra por mucho que nieguen...
Qué pena la gente que para demostrar su verdad, necesita borrar su pasado...
Y luego, llegan las RRSS, y simplifican todo: nada es lo que parece. Ahí es más fácil mentir, crear una imagen y semejanza dónde sólo existe monotonía, rutina, vacío... En las RRSS, borrar el pasado es muy fácil. Lo bueno es que por mucho que borren una forma de ser, un pasado, y un presente, esas personas, esa gente, sí existen en la vida real... y dónde no llega la mentira, llega la verdad.
Ojalá algún día aprendan algo. Pero creo que sólo buscan "la foto, la fama, el prestigio, el quiero y no puedo". Allá ellos con su conciencia, con sus sueños, con su libertad y libertinaje.
Qué pena que se crucen en otras vidas más puras, más ingenuas, más sanas...
Qué pena dar y enseñar a esa gente otros caminos, otras rutas, otras visiones, otras amistades... Qué pena no saber entender las señales, los gestos, que hablaban de esa gente...
Qué pena no tener una bola de cristal para entender que no toda la gente tiene un corazón limpio.
Qué pena no reconocer miradas sucias, o ausencia de sentimientos...
Qué pena la gente que no sabe hablar bien de nadie más que de sí mismos.
Qué pena la gente que para triunfar, necesitan aplastar, machacar, eliminar a otros...
Qué pena la gente que piensa "o conmigo o contra mí".
Qué pena la gente que niega, niega y niega... cuando le estás demostrando, con pruebas (hechos y palabras), que la verdad es otra por mucho que nieguen...
Qué pena la gente que para demostrar su verdad, necesita borrar su pasado...
Y luego, llegan las RRSS, y simplifican todo: nada es lo que parece. Ahí es más fácil mentir, crear una imagen y semejanza dónde sólo existe monotonía, rutina, vacío... En las RRSS, borrar el pasado es muy fácil. Lo bueno es que por mucho que borren una forma de ser, un pasado, y un presente, esas personas, esa gente, sí existen en la vida real... y dónde no llega la mentira, llega la verdad.
Cada cual, se mira en el espejo que quiere, o que tiene más cerca...
Mirarse al espejo significa reconocernos. Me miro al espejo, y pienso si me
reconozco: pero no sólo físicamente... Me miro al espejo y pienso en lo
que he hecho, en lo que he dicho, en lo que he expresado...
Me pregunto si el mensaje que quiero que llegue es el correcto. Me
pregunto si quienes me conocen, aún me reconocen.
Me pregunto por la amistad, por la lealtad.
Me pregunto mucho.
Me pienso y me repienso.
Y a veces, tengo tantas preguntas, que me retiro "del mundo"
(desaparezco de la vida de los que me rodean, de las RRSS), y me cuestiono por
entero. Medito. Y doy gracias por ser partícipe de la vida de
aquellos que quiero. Y me arrepiento de palabras, de sugerencias, de actos que
tienen consecuencias... Pero mirar hacia atrás, no sirve de mucho si no hay
voluntad de cambio, de madurez, de crecimiento, de avanzar. Pido perdón cuando
debo. Y recibo perdón de corazones nobles (con actitud de "he aprendido,
no volverá a ocurrir"). Y leo mucho... y entiendo las señales...
No todos tenemos las respuestas que queremos cuando hacemos una
pregunta...
Pero el tiempo, siempre el tiempo, pone a cada uno en su lugar.
Nos responde cuando merecemos esa respuesta.
El tiempo responde cuando estamos preparados para saber.
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