Hoy, hablando con una amiga a la que hacía varios años que no veía, me ha dicho algo que no sabía que era tan evidente: más que mis palabras, me definen mis actos. Lo que hago, llega, traspasa, se nota.
Si siembras AMOR, recoges AMOR...
Y eso, precisamente, es lo que me importa ahora más que nunca. Cada vez, menos palabras, pero busco hacer para que se entienda mi movimiento, mi deseo... Seguiré sembrando, aunque otr@s pisen la cosecha...
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