Seguiré buscando en qué he fallado, para no pensar en aquellos que guardan respuestas, que deciden ser sibilinos, que prometen lealtad, fidelidad, compromiso, amistad... Y cuando llega el momento de demostrarlo, les queda varias tallas grandes. Hasta por esos errores no calculados, no previstos, no imaginados, debo mantener la mente abierta y despejada. Mantener mi calma, mi serenidad, y dejar que el tiempo me ponga en mi lugar... y a cada cual en el suyo. Todo puede ser un malentendido, una conversación a medias, una promesa sin cumplir, un silencio sin aclarar... Las respuestas llegan. A veces, no llegan cuando se necesitan, cuando se piden... Pero llegan. De una u otra manera...
No se pueden expresar los sentimientos infinitos, como el AMOR, con medios finitos. |
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