Dónde soy feliz... |
Da igual la estación... La naturaleza sigue su ciclo, su orden... Cada estación es diferente. Y cada amanecer. Y por supuesto, cada atardecer... Es el equilibrio natural. Todo encaja. Si la escuchas, si la observas, la naturaleza habla. El árbol al que abrazas, te recarga de energía. El agua, en su cauce, sigue su curso... No hay fallos (salvo que la mano del hombre intente alterarlo, y la naturaleza, sabia ella, busque su camino).
Estar junto al agua (un río, un lago, el mar) y contemplarlo, escucharlo... Me da mucha paz. Me sosiega. Me calma. O esos días de lluvia, que estás sin paraguas, sin nada que te proteja, y el agua te limpia, y sonríes... Te estás limpiando, te estás purificando... o asi quieres creerlo.
Estar en medio de la nada, y escuchar la respiración de la Madre Tierra...
Sí, todo encaja... El campo me da felicidad, calma, paz, sosiego. Desconozco muchos nombres de árboles, de plantas, de aves... pero a cambio, sé que en medio de la nada, es dónde quiero estar. Dónde la naturaleza me seduce, me mueve, me conmueve. Dónde me siento feliz por disfrutar de un mundo tan hermoso, tan singular.
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