Oído en la calle...

"Siempre habrá mujeres más jóvenes y más guapas que yo".

Cierto. Pero comparar, sólo significa que alguien gana para que alguien pierda.

Somos únicos. ¿O queremos ser como todos? ¿No es mejor tener una propia personalidad, carácter? Ojalá que nunca olvidemos lo especiales que somos por mantener unos principios, unas ideas, una personalidad. Ojalá que siempre recordemos que en la diferencia, está la riqueza. Ojalá recordemos que el cambio debe nacer del interior, del afán de crecimiento, de superación... y no de la imposición, ni de la comparación. Nadie dijo que el camino fuese fácil. Pero seguro que merece la pena. Ser como todos, es ser como nadie.

La madurez se demuestra con la constancia, con el crecimiento, con los deseos y sueños por cumplir. La madurez se demuestra asumiendo cambios... Así es desde que nacemos hasta que morimos. Sin miedo a crecer, a sentir, a emocionarnos, a emocionar. Sin miedo a vivir. Cambiando lo que no sirve. Aligerando la mochila. Sin excusas, sin razones que no nos creemos (ni nos creen). La madurez es saber qué quiero, o lo que no quiero. La madurez es más que una teoría, son acciones y reacciones. La madurez es más que cumplir años. Es cumplir etapas.

Recordémoslo.

Que la gran mayoría sea como tú, no quiere decir que yo también tenga que serlo...